Hay muchas formas de iniciar un truco. Ya sea…
Establece todos los números en 0, asegurándose de cuál es la constante en cada ecuación.
Aumente todos y cada uno de los números para observar lo que hacen todos.
Si no cambian los valores en absoluto, suponga que son:
Multiplicación con 0.
Exponente que nunca es 0; de lo contrario, un valor sería igual a 1.
Si cambian el valor en un patrón predecible, suponga una multiplicación, una suma o una combinación de ellas.
Si el valor aumenta a un número increíblemente alto, suponga un exponente.
Proceda a hacer combos con dos números.
Si vuelven al valor original del anterior, suponga que se cancelan entre sí y se puede hacer en el penúltimo paso.
Si el valor cambia con ambos al menos 1, suponga que uno es el coeficiente.
Si ambos números no cambian los valores, suponga que el coeficiente es uno de los otros.
A veces, hay polinomios que obligan a que el valor de uno nunca cambie a negativo. Si un valor está atascado en positivo, cambie el exponente.
Por lo general, estos polinomios tienen valores de cancelación en alguna parte.
Si un número apenas cambia un valor, asuma que es un valor de control, cambiándolo como el paso final.
Por valores …
Si hay un valor que es 0, omita el paso de rango y comience a reducir los valores.
Si ambos valores son iguales, verifique los números que aumentan ambos de forma sincrónica.
Si ambos valores no son iguales y no son 0, realice el paso de intervalo.